viernes, 15 de mayo de 2009

El Tirador

Un relato basado en una sesión real de juego en Age Of Conan


Tukaram, apoyado de espaldas en la roca, lanzó un rápido vistazo a la peña. A punto estuvo de costarle un ojo o algo peor cuando la flecha paso silbando junto a él.
-Maldición sigue ahí. ¿Cómo va eso?-
-No es nada; es un quejica- Tony tenía el doble de cicatrices que años (y de estos tenía muchos) y había visto el doble de las que tenía.- Se pondrá bien.-
 "La Mano" no podía verse la herida pero por la expresión de su rostro no parecía estar de acuerdo con el viejo. -En el culo ¿podéis creerlo?, ese maricón de mierda me ha dado en el culo.-
Tras una roca de la altura de 3 hombres normales o de 2 como Tukaram y ancha como un mamut de guerra vanir, sobre una cornisa de poco mas que un par de pasos; se encontraban los tres tercios. Tras la roca se encontraban los escasos 15 pasos del pasillo del desfiladero que se extendían a ambos lados y mas allá la pared de la montaña, sobre esta se alzaba el siguiente tramo a más de 10 metros. Sobre él dominaba la situación un arquero con una puntería endiablada y una siniestra intención en su mirada. Con el cuerpo parcialmente tapado por una pequeña roca que bien podría haber sido la hija de la que cobijaba a los tres soldados y una serie de arbustos puestos en ese sitio por Ymir, Set o quién sabe si algún dios aun peor, el arquero era difícil de identificar y más aun de alcanzar.
-No voy a poder sacarla ahora amigo.- Tony frunció el ceño y negó con resignación. -Tukaram vamos a tener que ser tu y yo solos-
-¿Que te parece?, el viejo quiere quitarte tu parte de gloria.- Tukaram sonrió y dio un suave puntapié a la flecha que sobresalía de la nalga de "La Mano". Este soltó una exclamación y maldijo al cimmerio en casi todas las lenguas que existen y en alguna que quizá ya no.
-Maldito gorila en celo, después de destripar a ese arquero lo próximo que haga será despeñarte por esta maldita montaña tuya.-
A tan sólo unos pasos, agazapada tras un árbol cuyo tronco coleccionaba ya más de una docena de flechas, había una guerrera, cimmeria sin duda, con varias saetas atravesando su cuerpo. Aun jadeaba y desde donde estaba Tony no podía estar seguro de su gravedad, la sangre manaba de las heridas de la joven en una cantidad considerable pero no mortal, aun así la probabilidad de estar sufriendo hemorragias internas era muy alta y sus jadeos entrecortados parecían confirmarlo.
La chica estaba siendo víctima del tirador cuando los soldados de Los Tercios doblaron el recodo del desfiladero y se encontraron con la situación. El tirador no quiso correr riesgos y disparó con seguridad, sin darse prisa, apuntando y logró 4 blancos a plena carrera. Los dos que tocaban al viejo y uno destinado a desparramar los sesos del bárbaro, acabaron clavados en el escudo del primero, por el contrario el que debía esparcir las tripas del asesino por la tierra rocosa y triste de los desfiladeros del Valle de Conall, falló solo por unos centímetros y acabo entrando por la cadera y saliendo por la nalga de este y sólo lo salvo de la muerte que la inercia de la caída logró que alcanzase la cobertura. Ahora la situación estaba fea. Si ellos movían ficha el arquero lo vería, lo cual era malo. Si el arquero era quién se decidía, ellos no lo verían, lo cual era nefasto.
-Muy bien.- Los ojos del viejo centellearon con ese fuego azul que algunos insensatos creían extinto y que caracterizaban al viejo capitán. -A la derecha, el desfiladero baja hacia aquella cornisa; ¿la ves Tukaram?.- Tony había analizado la situación y sopesado las probabilidades.
-La veo.-
-Desde aquel árbol llegaras sin problema a los asideros de roca, cuando consigas subir estarás entre aquellos arbustos y los dos árboles, sólo a 15 pasos del tirador, desde ahí podrás salir y sorprenderlo, lo demás ya sabes hacerlo.-
El bárbaro esbozó una sonrisa irónica. -"Llegarás sin problema" significa que si me caigo rebotaré una montaña entera hacia abajo y "La Mano" se ahorrará una venganza que cumplir; y "a sólo 15 pasos del tirador" significa que ese hijo de puta me puede atravesar el corazón 3 veces... Pero me gusta más este papel que el tuyo, dalo por hecho.-
-Si a mi también me gusta más pero con 60 inviernos sobre mis huesos y la caminata de hoy dudo que pudiese subir al árbol siquiera.-
"La Mano", poniéndose en pie contra la roca, agarró al viejo por el brazo. -Lo que me extraña es que aun veas hasta el árbol, abuelo. ¿Que has pensado para mi?-
-Eres un maldito payaso testarudo, para ti lo que te de la gana, que sea útil, que no sea suicida y que no conlleve lanzar puñales como un desquiciado, sólo aciertas a los amigos.-
-No te preocupes viejo, ¿desde cuando somos amigos?-
El viejo sonrío y miró a Tukaram. -Dile a esa chica en vuestro idioma que voy a necesitar que se levante y cargue, 1 sólo muro de carne no te dará tiempo suficiente.-
Tukaram silbó un par de veces e imitó sonidos de animales durante unos segundos. -Ya está.-
La Mano y Tony se miraron. -Maldita sea, que clase de conversación es esa, te van a dejar tirado viejo, estos bárbaros no se entienden ni entre ellos.-
-Seguramente.- Tony miró con resignación a la cimmeria herida.
Tukaram observaba a la chica. -No te preocupes, lo hará.-
-¡Vamos a ello!.- Tony enfundó la espada, blandió su lanza, aferró con fuerza su escudo y miró a sus dos compañeros. Los tres juntaron los antebrazos y susurraron: ¡Por El Rey!

Melkavir, el arquero, estaba esperando pacientemente, había reconocido las insignias de los 3 soldados; Los Tercios. Había oído historias sobre ellos, esperaba a 3 valientes y estúpidos soldados corriendo hacía él gritando estupideces sobre un rey que, hasta dónde el sabía, había muerto generaciones atrás. Nunca le habían gustado los idealistas, eran poco prácticos y casi patéticos en los tiempos que corrían. Estaba seguro de que, de un momento a otro, alguno de ellos intentaría correr hacia el árbol dónde estaba su presa para resctarla o peor aun, correr directamente hasta él. Nada de eso obtuvo, de repente, de detrás de la roca salió el viejo, corriendo con paso firme hacia el lado contrario del desfiladero, no muy rápido pero de forma mucho más sigilosa de lo que cabría esperar de un tipo con toda esa armadura. Estaba seguro de que el tipo era diestro, pero corría con el escudo en la derecha para protegerse de las flechas. -De poco te va a servir anciano, voy a ahorrarle algo de trabajo al dios Al'Kiir.- Disparó una primera flecha, certera, con toda la espalda del soldado a la vista, destinada a atravesar el corazón. Melkavir pudo descubrir que nadie llega hasta viejo sin aprender muchas cosas. En cuanto la flecha voló de sus dedos y la cuerda del arco hizo su sonido característico el viejo se dio media vuelta como un torbellino, clavó el escudo en el suelo a la vez que se arrodillaba y la flecha rebotó inofensiva, inmediatamente y con la misma rapidez, el arquero extrajo una flecha y la preparó a la vez que el viejo salió a correr de nuevo. La segunda flecha fue lanzada y detenida con la misma operación, pero Melkavir ya estaba sobre aviso y lanzó la tercera a una velocidad pasmosa, sólo dos segundos después. La flecha ni siquiera llevaba la dirección apropiada y pasó lejos de su objetivo, pero el soldado, sorprendido al intentar volverse de nuevo tan súbitamente, trastabilló y tras dos o tres traspiés acabó cayendo de bruces en el suelo lo cual lo salvó de una cuarta flecha está vez muy bien apuntada, pero lanzada con demasiada impaciencia. El viejo se levantó tan rápido como pudo, medio a gatas, cuando la quinta flecha voló, este agitó hacia atrás el brazo del escudo en un intento desesperado de detener la saeta por puro azar, mientras corría con todas sus fuerzas, para pasar el recodo que accedía a la posición del arquero, la flecha impactó en su hombro atravesando la cinta de cuero del peto, la malla de acero y hundiéndose limpiamente en su carne. Gritando de dolor avanzó a gatas los escasos pasos que lo separaban de un árbol rodeado por una maraña de arbustos unos metros mas allá del recodo, casi en el angosto final de aquella cornisa, la sexta flecha se clavó sonoramente en el tronco del árbol.
Melkavir tenía la adrenalina a rebosar y la sangre se le agolpaba en la cabeza haciéndole latir las sienes. Se preparó para relajarse y echar un vistazo a la roca que ocultaba a los otros dos soldados mientras el viejo descansaba y asimilaba el dolor de la herida. No hubo apenas girado la cabeza cuando en la dirección del árbol más lejano le llegó un sonoro grito de guerra.
-RIEEEEEEEEEEEEEEEAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!.-
Tony no se podía permitir que el tirador echase una ojeada, salió lanza en mano y con todo el impulso que pudo, frenó en seco, lanzó el asta, desenvainó su espada y corrió en pos del recodo hacia la carrera final frente al tirador.
Melkavir creyó durante un instante que moriría empalado, se lanzó al suelo hacia atrás dándose un fuerte golpe en la roca que minutos antes le hiciera de cobertura y en la que una décima de segundo después a un palmo de su cabeza, entre chispas y pedazos de roca, impactó la lanza de su enemigo. El tirador se levanto presto y con la misma celeridad cargó su arco, el viejo corría subiendo la pendiente lento pero seguro hacia él, con la flecha aun encajada en el hombro y con toda la mitad de su ser bañado en su propia sangre. Melkavir no podía fallar, apuntó, inspiró... soltó el aire, inspiro de nuevo, vio el blanco claro y... ¡Bingo! La flecha atravesó la pierna de apoyo entre la espinillera y la rodillera destrozando la unión de tibia y peroné.
Con un gran alarido el enemigo fue de bruces al suelo, una vez allí y mientras el cargaba la flecha de gracia, el viejo agarró su escudo con fuerza y se echo a rodar de espaldas camino abajo, no tenía forma de saber donde iba y en vez de bajar hacia la cornisa anterior, fue directamente contra la pared de ese nivel, donde quedó sentado, apoyado en la pared como un muñeco en su estante, completamente aturdido por el dolor y el golpe en la espalda y cubierto, sólo parcialmente por su escudo, a merced del tirador. Un segundo después otra flecha más se clavo en su brazo derecho, partiéndole el húmero de forma sonora. Melkavir cargó la última flecha para Tony sin saber que al viejo le quedaban muchas más flechas que sentir en sus carnes, pero que para el, en cambio, si sería la última.
En el mismo momento que tensaba la cuerda, un grito de batalla femenino y horrible rasgó el aire... -¡La cimmeria!- Pensó y se giró hacia ella justo cuando un virote de ballesta desde esa dirección pasó a su lado a punto de partirle la cabeza. Rodó hacia atrás con agilidad y se colocó al lado de la piedra tras los arbustos. -Ahora ya no me ves hija de puta.- Dijo para si.
Los ojos de "La Mano" brillaron desde la cornisa inferior. -Ahora ya te veo hijo de puta.- Pensó. La primera daga salió volando y pasó muy lejos de Melkavir para clavarse en uno de los dos árboles tras de él, a un palmo del cuello de Tukaram que a punto estuvo de descubrir su posición al dar un respingo y casi caer de culo en los arbustos, pero su poderoso brazo aguantó el peso de su cuerpo permitiéndole quedar en pie. Melkavir apunto rápido a la dirección de donde provenía el malintencionado puñal, pero, a pesar de su estado, en un sólo segundo La Mano ya estaba en el otro lado de la piedra y su segunda daga volando. Con un impacto sordo y un generoso chorro de sangre la daga se clavó hasta la empuñadura en la ingle del tirador. -De esta no sales cobarde.- "La Mano" se desplomó a causa del dolor y el esfuerzo con una sonrisa en sus labios.
El arquero, dispuesto a dar cara su vida, retrocedió tensando el arco una vez más y apoyó la espalda en uno de los árboles que tenía detrás para esperar a sus atacantes. Un tajo horizontal limpio y seco de una espada del tamaño de un hombre adulto, le seccionó limpiamente un brazo y quedó clavada hasta la mitad del árbol y de su caja torácica. El arco y aquella última flecha que nunca fue disparada, cayeron inertes, prediciendo el futuro inmediato de su dueño. Entre toses sanguinolentas y convulsiones Melkavir esbozó la última de sus famosas sonrisas cínicas.
-Los Tercios ¿eh?, nos veremos en el infierno.-
Tukaram desclavó la daga de "La Mano" del árbol, con una mano asió de la cabellera al arquero y lo forzó a mirar hacia abajo mientras con la otra apoyó con mano experta la punta de la daga en la nuca enemiga.
-Si, y allí te mataremos de nuevo.-
Cuando hubo terminado su trabajo, vio a "La Mano", que, a pesar de mantenerse consciente a duras penas, atendía al viejo Tony e intentaba despabilarlo. Este instó al bárbaro a ver que había sido de la joven guerrera cimmeria y para cuando volvió, se giró hacia el: -Sabía que dejaría al viejo tirado, ¿que es eso de disparar con la ballesta?, no es lo que se le pidió.-
-En realidad no lo dejó tirado, tenía una flecha alojada en la cavidad del corazón. No pudo hacer más.-
De los labios de Tony salió un hilo de voz. -La vida... es una mierda.-
La Mano sonrió preocupado. -Pero tu te niegas a abandonarla viejo cabrón.-
Tukaram no pudo contener una carcajada.
Y esta carcajada resonó en la montaña durante muchas jornadas, entre sonidos de flechas silbando, de mazas aplastando, de espadas cortando, hachas machacando y escudos batiendose contra todas ellas, cánticos de guerra vanires y gritos de batalla cimmerios, aullidos salvajes de frenesí, gorgoteos de gargantas rajadas y todos los demás sonidos de los crueles instrumentos de la guerra cuyas melodías no dejan escuchar ninguna otra. Era el Valle de Conall y era el tiempo de la guerra y de ninguna cosa más.

Y todo esto complació grandemente a Crom.

sábado, 21 de febrero de 2009

Consider him...


Killer cat scouls at you ready to attack. What would you like your tombstone to say?

Old EQ memories...
Recuerdos de Everquest...


jueves, 19 de febrero de 2009

Melodías reinventadas




Singstar de toda la vida

miércoles, 11 de febrero de 2009

Freddy was right!



Ama, vive y haz todo como si no hubiera mañana porque... ¿hay un mañana?

domingo, 8 de febrero de 2009

Steve Irwin



Este es un homenaje personal a Steve Irwin, el famoso "Hombre Reptil" o "Cazador de Cocodrilos" Muerto, sin duda, cuando llegó su hora, pero a la vez, antes de tiempo.
Según la fuente oficial:

Steve Irwin murió el 4 de septiembre de 2006 a las 11 de la mañana mientras filmaba un documental para su hija Bindy bajo el mar en Queensland, Australia. El aguijón de una mantarraya atravesó su pecho por el lado izquierdo, lo que le provocó un paro cardiaco y una muerte instantánea.

"Él se puso sobre una mantarraya y la cola de esta subió y dio sobre su pecho y le hizo un agujero en el corazón", dijo su productor John Staiton, quien comento que Irwin "murió haciendo lo que más amaba", feliz y en paz.

Y asi, en paz, descanse.

jueves, 8 de enero de 2009

Darkfall

Elige la vida, elige un empleo, elige una carrera, elige una familia, elige un televisor grande que te cagas, elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas electricos. Elige la sal, colesterol bajo y seguros dentales, elige pagar hipotecas a interes fijo, elige un piso piloto, elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego, elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos, elige el bricolaje y preguntate quien coño eres los domingos por la mañana, elige sentarte en el sofa a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espiritu, mientras llenas tu boca de puta comida basura, elige pudrirte de viejo, cagandote y meandote encima, en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoistas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte, elige tu futuro, elige la vida. Pero ¿porque iba yo a querer hacer algo asi?. Yo eligi no elegir la vida, yo elegi otra cosa. ¿Y las razones?, ¡no hay razones!. ¿Quien necesita razones cuando tienes heroina?

Este pasaje de Trainspotting es la puta verdad de la vida... si cambias HEROINA por DARKFALL

=)


WESTTTTTTTTTTTT
COÑOYA!

viernes, 31 de octubre de 2008

Internet es magia

¿Necesitas Sillas?
Ofertas, Outlet, Promociones Sillas De Diseño A Buen Precio Aquí

Ese es el anuncio que google adsense ha elegido para mi espacio =D
Que se lo pregunten al protagonista del relato =)